top of page
  • Foto del escritorefrenvillaverde

Gea

Gea sonreía, risueña y confiada, se asomaba a la ventana, y del día disfrutaba. Helios, mientras tanto, con su luz la adulaba, y mirando desde el cielo, de calor la colmaba. Exhibía con orgullo, su bella piel azulada, y a todo el que pasaba, con presteza saludaba. Urano, indiferente, por aquel lugar paseaba, cuando por azar, sin quererlo, vio a su madre asomada. Su sonrisa era tan bella, que por más que dudaba, no pudo evitar quedarse, prendado de aquella mirada. -¿Qué felicidad albergas, madre, que te mantiene tan lozana, cuando en tus entrañas la sangre, sigue siendo derramada? -Hoy estoy animada, vuelvo a mi vida soñada, pues Helios, mi adorado, con su amor me ha saludado, y la niebla de mi mente, parece que se ha disipado. No veo nubes en mi horizonte, ni tampoco marejada, y nadie perfora mi espíritu, con su azada oxidada. Urano, contrariado, y con semblante irritado, le dijo sin miramientos, como quien se ve repudiado. -Madre descarada, no anheles demasiado, el futuro te espera, como siempre muy nublado. Auguro una guerra, como nunca has soñado, y nunca más verás, al que tanto has amado. Y entonces tus hijos, que consideraste aliados, volverán a mancillarte, como hicieron en el pasado. Gea volvió a sollozar, con un llanto desolado, sintiendo fluir su sangre, como un río desbocado. Urano, mientras tanto, cual amante despechado, vislumbró una oportunidad, y sin dudar cogió su mano. Ella vio que era cierto, que no estaba equivocado, no podía hacer nada, el futuro estaba nublado, por culpa de una prole, que la había abandonado.


Efrén Villaverde.

15 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Audiolibros gratis para todos

Gracias a la tecnología de narración automatizada de texto de Google, ya podéis disfrutar de audiolibros de gran calidad y, lo mejor de todo, totalmente gratis. Sí, no es broma. El nuevo sistema imple

bottom of page